Va una “lenta” recuperación en el consumo de cárnicos este 2022, coincidieron en la percepción por separado, el director del Rastro Municipal de Pachuca, Juan Carlos Fragoso Oropeza, y Joel Hernández Otamendi, presidente de la Unión de Tablajeros de Pachuca A.C., a escasos días de concluir el año y con una pandemia de Covid-19 que permitió una mayor movilidad de los hidalguenses.
El primer entrevistado, consideró que las cifras comparativas con la anualidad anterior así lo reflejaron, en 2021 se sacrificaron en diciembre 215 bovinos y 3,400 porcinos, al mismo periodo de este mes que aún no concluye llevaba 389 y 4,899, respectivamente.
“Todavía prevalece la enfermedad (del nuevo coronavirus), pero ya no estamos restringidos como en los años anteriores”, comentó.
En el rastro llegan en “pie” los animales para degüello, a razón de una tarifa de 250 para una res y 90 de un cerdo, por el servicio, desglosó.
En promedio, estimó, de 14 reces y 266 cerdos por día, salvo miércoles, sábado y domingo que está cerrado.
Como responsable del sitio, dijo que está garantizado el abasto para esta temporada, se cumplen con los estándares de inocuidad que marcan las autoridades de Cofepris y Copriseh, para lo que él definió la “cocina de Pachuca”, carnicerías y consumidor final.
Por su parte, Joel Hernández, estimó que en diez días de servicio del rastro municipal, habría aproximadamente 200 porcinos que sacrificar por la demanda de las familias para la cena de Navidad y año nuevo.
Ambos mencionaron que para estas fiestas, el lomo y la pierna de puerco es lo que más compra la gente, siendo Joel Hernández, quien tasó en 130 pesos el kilo de los mismos.
Recomendó comprar en las carnicerías locales de la capital y Mineral de la Reforma, pues en las tiendas departamentales es americana y refrigerada a un precio inferior como de 90 pesos por kilo, mientras que la de su asociación es “fresca y de calidad, no se compara”.
Denunció que la principal competencia es la introducción ilegal de carne del Estado y Ciudad de México y municipios lejanos de Hidalgo, ya se puso de conocimiento a las autoridades sanitarias y en 2023, esperan los operativos para confiscarla, la cual se comercializa en los tianguis y plazas comerciales.
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Para los dos entrevistados, no hay indicios o no perciben que haya un monopolio en la venta de ganado para consumo humano y que acapare en las carnicerías.
Mientras que Joel Herrnández, observó que el sector empezó a “repuntar” en enero, “pero la situación económica no es la que se esperaba” cuando incrementó el precio de la carne y amortiguaron hasta donde pudieron sacrificando sus utilidades, lo que hizo que fuera lenta la recuperación luego de la pandemia en 2020 y 2021.