Hidalgo se ubicó en el tercer lugar a nivel nacional en cuanto a los estados con menor tasa de matrimonios por cada mil habitantes, al reportar 3.88 por ciento, mientras que de divorcios fue una de las entidades con mayor incidencia con el 1.91 por ciento, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) y del Consejo Nacional de Población (Conapo).
El reporte del Inegi detalló que Hidalgo sólo se ubicó por debajo de la Ciudad de México y Puebla, entre las entidades con menor tasa de matrimonios por cada mil habitantes, aunado a que el promedio de hombres y mujeres que se han casado ha aumentado hasta alcanzar 34 años en varones y 31 años en mujeres.
De acuerdo con el Inegi, el nivel de escolaridad de las personas que contraen matrimonio en el estado también ha aumentado, pues la mayor parte de los recién casados son profesionales con el 36.1 por ciento, mientras que quienes cuentan con preparatoria conforman el 28.7 por ciento y con secundaria el 25.7 por ciento.
De la misma manera, entre los hombres hubo un mayor porcentaje de personas trabajadoras que en el caso de mujeres que contrajeron matrimonio, aunado a que la tendencia matrimonios de menores de edad también disminuyó en el último año en la entidad.
Divorcios aumentan en Hidalgo
Con respecto a los divorcios, Hidalgo se ubicó por encima del promedio nacional en cuanto a la tasa de 1.86 por ciento de separaciones conyugales por cada mil habitantes, aunado a que la tendencia de este tipo de rompimientos creció 5.6 por ciento entre 2018 y 2022.
El 51.9 por ciento de los divorcios reportados en el estado correspondieron a parejas que no tenían hijos, mientras que el 24 por ciento fueron a quienes tenían al menos descendiente y 17.5 por ciento para quienes tenían dos herederos.
Por ello, Hidalgo fue uno de los estados con mayor relación divorcios-matrimonios en el país con el 49.2 por ciento, sólo por debajo de Campeche, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila, Aguascalientes y Sinaloa, aunado a que la edad de los divorciados disminuyó, pues entre los varones fueron de 43 años y en las mujeres de 40 años.
Asimismo, la tendencia de divorciados aumentó en el caso de hombres y mujeres que trabajan con respecto a quienes no desempeñan alguna actividad económica, aunque en la mayoría de los casos correspondieron a empleados por ambos géneros.