Herminia Olguín Díaz no padece ninguna enfermedad, acostumbra leer y no necesita lentes; ha disminuido su capacidad auditiva y debido a que hace cinco años iba caminando en una banqueta se cayó y fracturó su cadera debe moverse en una silla de ruedas, pues el médico determinó que no es viable operarla.
Nació en el Boxtha, municipio de Actopan, el 18 de abril de 1918, por lo que este martes cumplirá 105 años; sus cinco hermanas y un hermano ya murieron.
Con su esposo Miguel Alamilla Mejía procrearon tres hijos y una hija; él murió a consecuencia de una cirugía de la vesícula biliar al inicio de la década de los 70; ella tiene 18 nietos y cuatro tataranietos.
Vive en la calle de Victoria de esta ciudad, en algunas de las paredes cuelgan imágenes de los países que posterior a quedar viuda, los visitó: Brasil, Estados Unidos, España, Cuba, Argentina y recordó que también recorrió la República Mexicana, esto gracias a la amistad con la “señora Lesvia”, que fundó una agencia de viajes que a la fecha sigue vigente.
Por su edad ya no puede trabajar en el campo en el Boxtha, que le permitió generar el dinero para esos viajes, algunos acompañados de sus hijos y nietos, así como comprar varios vehículos, lo que de acuerdo con su historia fue la segunda mujer en aprender a manejar en Actopan, por allá de la década de los 70: “la primera fue Natalia”, quien le enseñó.
Muchas veces, Herminia era quien manejaba cuando salía con su esposo. También viajó en tren a Ixmiquilpan y Pachuca desde Actopan, antes de casarse con Miguel, a quien conoció a los 18 años.
El tiempo causa estragos en su memoria, por lo que no puede precisar muchas fechas, lo cual no le impidió destacar que “me gustó mucho trabajar el campo”.