En los últimos años el gusano barrenador ha devastado los campos de higueras en el Valle del Mezquital, donde los campesinos plantaron en las laderas y bordos, para cosechar en los meses de junio, julio y agosto higos.
Sin embargo las cosechas y plantas han muerto en los últimos años, a falta de capacitación, ya que desconocen los tratamientos que se debe de dar las plantas cuando están son infectadas, dijo Don Silvestre, campesino de Ixmiquilpan.
Las abejas son esenciales en el proceso de floración de esta fruta ya que son quienes realizan el proceso de polinización; incluso hay agrónomos que consideran que los higos son flores no frutas.
Debido a que los higos mueren a los dos o tres años de plantarlos ya los campesinos no los ven redituables, por lo que prefieren plantar o sembrar otras plantas como granadas y limones, que son más resistentes a los embates de las plagas.
Sin embargo, Don Silvestre le ha apostado a esta planta para obtener unos pesos, buscando subsistir ante la carestía de la canasta básica, él ha sembrado más de una hectárea, lugar en donde hay más de quinientas matas de esta fruta.
En temporada baja las cajas llegan a costar 700 pesos, y en temporada alta los precios no bajan de los 500 pesos, mientras que el kilo se cotiza en más de 100 pesos, y las bolsas que contienen alrededor de 10 frutas se venden en 60 o 70 pesos, en los tianguis o puestos ambulantes.
En el Valle del Mezquital se producen mayormente la variedad de higos color negro, que es buscado por los consumidores por su color, textura y sabor, dijo Don Silvestre.
“El clima de esta región de Hidalgo, es benevolente para cultivar casi cualquier planta, sólo necesitamos que el gobierno nos asegure el agua”, informó el campesino.
En la actualidad las higueras ya comenzaron a desarrollar pequeños higos que si no vuelve a granizar Don Silvestre calcula que cortará unas 20 cajas cada tercer día.