Más que una extensión del discurso del informe del gobernador, los diputados locales bajo un esquema de mesas técnicas deberían analizar los avances en cada Secretaría estatal, y no el actual formato acartonado de comparecencias de los funcionarios con preguntas obvias, propuso José Luis Ruiz Torres del Colegio de Ciencia Política y Sociales de Hidalgo.

“Lo que pretenden las comparecencias (como parte de la glosa a un informe del trabajo anual del jefe del ejecutivo) es justo hacer un seguimiento al estado que guarda cada ramo de la administración pública; se queda en un seguimiento, pero no hay una evaluación, ver qué metas se han cumplido, si los programas son los óptimos, si hay que mejorar, creo que ese es el papel del Poder Legislativo desde el punto de vista de separación de poderes, un equilibrio y de rendición de cuentas”, argumentó.

A menos que haya un tema de coyuntura, es cuando el Congreso profundiza, “pero realmente son métodos acartonados, con preguntas más que obvias, no se alimenta la discusión y lo peor que la información no sale del recinto, no es tan pública”.

“Las respuestas no suman a la discusión pública”, subrayó.

Se debe aprovechar el tiempo de la alternancia de la mayoría en la Legislatura local, “falta fortalecer al Congreso para que sea un contrapeso, porque representan a los ciudadanos y estos tienen dudas; depende mucho de cómo este estructurado, no es lo mismo que los congresistas sean del partido del gobernador a diferencia de los opositores, lo digo por experiencia propia cuando me tocó trabajar en varias comparecencias”.

Hace falta legislar en ese sentido, pues la ley es muy clara sobre las comparecencias, por lo que “se requiere un formato que le ayude al Congreso a fortalecer esta rendición de cuentas mediante evaluaciones, ser muy explícito en ello, porque luego se deja a la interpretación a lo que mejor nos convenga, falta mucho en eso”, recalcó.

Como en otras ocasiones, dijo que están son herramientas que requieren los ciudadanos para el ejercicio democrático y de evaluar a los gobernantes, de inmiscuirse en la administración pública.