De 200 a 350 pesos es el promedio de la inversión que los hidalguenses pretenden hacer para colocar ofrenda a sus muertos; mientras algunos se juntarán con sus familiares para cubrir todos los gastos, algunos más elegirán compra de veladoras y cráneos de plástico e incluso por usarán figurillas de yeso para simular los alimentos.
Para no perder la tradición, principalmente las amas de casa son las que le “rascarán un poco al gasto” para dar la bienvenida a sus seres queridos fallecidos con un altar digno el Día de Muertos: “Ya van dos años en los que relleno la ofrenda con comida de mentira porque no alcanza para hacer como antes todo lo que uno estaba acostumbrado, como mole o pan de muerto…las generaciones de ahora ya no se quieren comer lo que queda de la ofrenda, pero aún así si se gasta uno un buen dinero”, dijo Doña Agustina Sánchez, originaria de Pachuca.
Por ello, contó que llenará su ofrenda de fruta, como mandarinas, cañas, cacahuates y algunos dulces típicos que le gustaban a su esposo y que hará un poco de tamales con café de olla para convivir con sus hijos y nietos: “La cuestión es que no sigan desapareciendo las tradiciones, las veladoras las fui comprando de a poco, las calaveritas y la flor me ayudarán a comprarlas dos de mis hijos”, compartió.
Para ahorrar un poco, Bertha González, mencionó que se cooperará con sus hermanos para encargar el pan de muerto por mayoreo en una panaderías de confianza y así poder colocar aunque sea uno para cada uno de sus difuntos: “Entre todos colocamos una ofrenda grande en el patio de mi mamá, nos cooperamos de unos 200 por familia, compramos todo y lo repartimos”, refirió.
Además de las figuras de yeso en forma de alimento, también existen calaveritas y veladoras hechas de plástico que sirven para aquellos hogares con espacios reducidos y que además acortan los gastos que año con año surgen ante esta celebración; los costos oscilan entre los 25 y 35 pesos: “Es más práctico, las veladoras si se dejan prendidas todo el día, pueden ocasionar un accidente y a veces ni se consumen bien, de las calaveritas, casi siempre compro solo dos o tres para adornar porque se desperdician aún así uno si se gasta hasta los 300 o 350 pesos en todo”, finalizó Tamara Cruz.