Por la apreciación del peso ante el dólar, que se ha registrado en las últimas semanas, el costo de la canasta básica mexicana, que es “alto”, no bajará ni subirá porque la mayoría de los artículos que la conforman se producen en el país, consideró el dirigente de la Confederación de Trabajadores de México (CTM) en Hidalgo, Jesús Priego Calva.
Agregó que una “mínima” parte de la sociedad compra alimentos importados, pero no les afecta porque tienen el dinero para comprarlos.
Estimó que el alza en los precios se debe a los acaparadores “son los que perjudican”, por lo que invitó al sector popular a tomar precauciones a la hora de comprar para no provocar un efecto que los beneficie.
En cambio, agregó Priego Calva, el que la moneda mexicana tenga una apreciación frente al dólar, impacta al sector industrial y puso como ejemplo una fábrica de trajes en Ajacuba, donde casi toda su producción es para el mercado de Estados Unidos (EU), “les pagan menos al tipo de cambio”.
Añadió que algo similar sucede cuando la materia prima la compras en EU, en este momento te sale más barata, pero luego de convertirla en una mercancía y la vendes a ese mismo país, no obtienes la misma ganancia que cuando costaba 20 pesos un dólar, comparó.
En el sector obrero se están haciendo ajustes y adecuaciones, que se están reflejando en las revisiones de los contratos colectivos de trabajo, citó el dirigente estatal de la CTM, agregando que los patrones no lo esperaban y los salarios no los pueden bajar por el comportamiento del superpeso.
Por su parte, el presidente del Colegio de Economistas de Hidalgo, Hugo Rodríguez Hernández, dijo que ésta apreciación del peso “no puede ser mala”, pero aún no se verán reflejados en la economía de los mexicanos.
Al definir a la economía como “un ente vivo”, dijo que estamos en un periodo de acomodamiento frente a una apreciación del peso mexicano frente al dólar.
Lo que sí anticipó es que el comportamiento favorable de la moneda mexicana frente al tipo de cambio del billete verde, “malo no puede ser, pero hay que ver cuáles son” los posibles beneficios y por el momento declinó anticipar escenarios para el común de los mexicanos.
“Si a un empresario le suben el precio de la gasolina, él a su vez incrementa el precio de sus productos; pero si es al revés, que baje el precio de la gasolina, no baja el costo de sus mercancías de inmediato, en algún momento puede bajar sus precios”, explicó con ese ejemplo para comprender que lleva tiempo conocer las consecuencias del superpeso.
Finalmente, reconoció que por el momento hay que aprovechar las importaciones porque se puede comprar a un costo menor y “vender más caro”.