Por ser menor de edad, el feminicida de Mariana, la adolescente de 17 años que fue hallada en un paraje del municipio de Chilcuautla, estará en el centro de internamiento cinco años, ello a pesar de haber sido señalado también por los delitos de desaparición de personas y aborto.
La ley penal para adolescentes establece como pena máxima corporal cinco años en un centro de internamiento especializado.
Asimismo, el menor fue sentenciado al pago de una reparación de daños, ello con base en la sentencia emitida por la jueza Ivón Ruiz Cerón, especializada en Justicia para adolescentes, por la cantidad de 434 mil 400 pesos; resolución que ya causó ejecutoria, es decir, ha quedado firme.
Además, el sentenciado deberá recibir terapia en las diversas áreas de Trabajo Social, Psicología, Pedagogía, entre otras, “que le permitan asumir una conciencia de responsabilidad para desenvolverse en un marco de legalidad y en un momento sea integrado a la sociedad y a la familia con la convicción de que no volverá a cometer delito alguno y por el contrario reencauzará su vida por el camino de legalidad”.
Al momento de los hechos (dos de agosto de 2020), Mariana había hecho del conocimiento a Felipe que estaba embarazada y que pensaba tener al bebé, pues anteriormente ya había sido sometida a un aborto.
Felipe reaccionó de forma violenta, incluso puso en duda la paternidad de ese bebé, y citó a Mariana la mañana del 2 de agosto de 2020, fecha en que desapareció y su familia no volvió a saber más de ella.
Entre las pruebas presentadas por el ministerio público destacan unos mensajes que intercambiaron la víctima y su agresor, en los cuales el agresor cuestiona que el bebé que ella espera sea de él.
Se logró acreditar que el feminicida citó a la víctima por medio de la aplicación de mensajería instantánea Messenger de la red social Facebook para quedarse de ver el día siguiente, es decir, 02 de agosto de 2020 a las 10:00 horas a la altura de la pastelería Arlequín ubicada en Tlahuelilpan, insistiéndole que nadie se enterara de esa cita, engañándola en que la apoyaría económicamente y con unos papeles para el embarazo que ella estaba cursando.
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Se la llevó en su camioneta, desconociendo desde ese momento el paradero de la víctima, trasgrediendo con ello la libertad y seguridad de la persona víctima así como su integridad física y psicológica, derivándose de esa misma situación dos delitos más, toda vez que se advierte que el adolescente por razones de género privó de la vida violentamente a la víctima.
Otro de los testimonios que fueron importantes, es el Karen, amiga de la víctima, quien tenía copia de los mensajes que el acusado envió a Mariana.