A pesar de que el primero de mayo no hubo homilía especial en su honor; debido a su festividad, feligreses acudieron uno a uno a la Parroquia de la Asunción de María, ubicada en la capital hidalguense a visitar a San Peregrino Laziosi, patrono de los enfermos de cáncer.
En ese sentido, Rebeca Montes quien tiene un familiar con esta enfermedad, acudió al lugar para ofrendarle una veladora a este fraile italiano de la Orden de los siervos de María: “Cuando uno vive de cerca la enfermedad, se vale de cualquier cosa para que todo mejore, mi sobrino la padece y es muy doloroso ver a los que uno quiere así, por eso vine a pedir por él”, expresó.
De acuerdo a la historia difundida por la Arquidiócesis Primada de México, este santo recibió una visión en la que se le pidió unirse a la Orden de los Frailes Servitas y padeció en carne propia cáncer en uno de sus pies, por lo que luego de un tiempo de extenderse a lo largo de toda la extremidad le indicaron que iba a ser amputado, situación que lo hizo rezar la noche anterior a la operación y curarse milagrosamente al otro día.
“No lo conocía hasta que me enfermé de cáncer de seno, le pedí a muchos santos que me curaran, yo creo que gracias a ellos, a los doctores y a mi familia, estoy aquí…las personas con cáncer somos fuertes y somos seres con mucha fe”, refirió Josefina Cárdenas, quien asistió con una veladora al recinto religioso.
San Peregrino de Lazosi nació en 1265 en Italia, gracias a su fe, a su misión como fraile y a la manera milagrosa de curarse, fue canonizado el 27 de diciembre de 1726 por el Papa Benedicto XIII, por lo que aunque es poco conocido, es conmemorado cada primero de mayo por la iglesia católica.