Actualmente se encuentran unos siete ataúdes viejos o destruidos, apilados en lo más recóndito del Panteón Municipal de Pachuca, producto de las exhumaciones que ahí se llevan a cabo con previa autorización de los familiares.
Regularmente un camión compactador los traslada al relleno sanitario, sin embargo, por el conflicto de la huelga este servicio se ve mermado.
Ayer, lunes, circularon en algunos medios electrónicos, algunas fotografías que evidenciaban huesos humanos a la intemperie dentro de ese camposanto, empero, tras un recorrido se descartó la presencia de estos.
Únicamente fueron hallados algunos féretros viejos, detrás de unos baños que tampoco están habilitados.
Jesús Rivera Hernández, Coordinador General del Panteón Municipal de Pachuca, aseveró que los ataúdes son los que sobran de las exhumaciones que se hacen para sepultar a nuevos miembros de una familia.
“Son servicios que se hacen aquí, los familiares acreditan el espacio y se exhuman los restos que posteriormente se vuelven a sepultar en otra caja o en una bolsa, de acuerdo a la economía de los familiares, todo se hace con autorización”, dijo el entrevistado.
Añadió que al inicio de la administración el cementerio presentaba algunas deficiencias que poco a poco se han ido limpiando, pero descartó que existan restos en el exterior, pues simplemente no les sería permitido.
Agregó que por la situación que enfrenta el Ayuntamiento, actualmente solo están laborando con el 10 por ciento del personal y eso retrasa el trabajo de compactamiento para que se retiren los ataúdes viejos.
Son cerca de 6 sepelios los que se realizan a diario en el camposanto.