Entre 1876 y 1911 en Hidalgo se sembraban 84 mil 600 hectáreas de maguey, mientras que desde el año 2000 son 147 veces menos a esa extensión y cada año se reduce en 30 hectáreas.
Volver a esa “época dorada” requeriría aplicar ciencia y tecnología para no ver solamente uso para barbacoa, pulque y mixiotes, aseguró el investigador Edgar Iván Roldán Cruz, miembro del Colegio de Hidalgo.
El también investigador del nopal y maguey, informó que el cultivo de ambos ha sido desplazado por la cebada, trigo y otros granos, y también, en específico al segundo, porque su explotación es propicia después de ocho años.
La prevalencia de la cebada obedece a una “lógica cervecera”. El cambio del maguey por otro cultivo ha sido multicausal: rotación agrícola, venta de la tierra, renta de la parcela, cambio de uso de suelo y el avance de la mancha urbana. Existen 148 especies o taxomas, “hay 30 documentadas en Hidalgo”.