"Hasta el día de ayer el propietario del camión que atropelló y mató a nuestro padre Aureliano Espíndola Cruz, así como la constructora Virgo y la Comisión Nacional del Agua (Conagua) que realizan la obra del Río Tula no han indemnizado a nuestra madre y viuda Juana Niño Alcántara por el trágico hecho que se registró el 11 de enero de este año", así mencionaron en entrevista las hermanas Olivia y Rosa María Espindola Niño, vecinas de la calle Xochiquetzal de la colonia 16 de Enero

"Exigimos justicia y que las autoridades competentes se guíen conforme a la ley y si no nos hacen caso, junto con vecinos de la colonia 16 de Enero de esta ciudad vamos a bloquear calles próximamente como medida de protesta", señalaron..

Acompañadas de su progenitora, las quejosas aseguraron que el automotor de grandes dimensiones presuntamente fue sacado de manera irregular del corralón a donde había sido llevado tras suceder el atropellamiento, ya que estaba en garantía para que esta situación se resolviera.

“Además que hasta ayer no se ha podido dar con el paradero actual del chofer del camión que supuestamente arrolló a nuestro familiar y el automotor al parecer no está asegurado” dijeron las mujeres en tono molesto.

Solicitaron la pronta indemnización económica conforme a la ley por la muerte de su padre para su viuda, o sea su madre, ya que a su decir, la compañía ya está casi a punto de concluir la obra del Río Tula y donde la van a encontrar si se va.

Olivia y Rosa María Espindola precisaron que después que sucedió el trágico hecho donde perdió la vida su familiar sobre la calle Xochiquetzal de la colonia 16 de Enero, su progenitora Juana Niño ha padecido económicamente y solamente les pagaron el ataúd de su difunto.

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“Si no obtenemos una respuesta positiva a nuestra petición bloquearemos calles de Tula próximamente junto con pobladores, ya que solamente así nos harán caso las autoridades competentes” refirieron las hermanas.

Coincidieron en decir finalmente que su padre Aureliano Espindola Cruz al momento de morir contaba con 69 años de edad y era reconocido artesano de esta ciudad y el único sostén económico de su hogar.