Los asentamientos humanos irregulares son causa de disgregación familiar porque no cuentan con los servicios básicos y se encuentran alejados de sus fuentes de trabajo, estudio, abastecimiento alimentario, por eso no conviene comprar un predio “en cómodas mensualidades” de los que ofrecen en la informalidad y dan facilidades, advirtió Daniel Arturo Silva Álvarez, presidente de la Asociación Mexicana de Urbanismo Hidalgo (AMUH).
Esos lugares habitados “son un nodo social conflictivo” porque los pobladores salen a trabajar y no tienen cerca el transporte público, deben caminar ciertas distancias como quienes van a estudiar, lo mismo no cuentan con un mercado o tiendas para hacer las compras de alimentos, aunado a la carencia de electricidad, calles, agua potable, entre otros que enlistó.
Una de las razones de ser de la AMUH, fundada hace aproximadamente 40 años, y su delegación Hidalgo, es “concientizar” a la gente que no conviene comprar un predio, generalmente en un terreno agrícola, “no es apto para una calidad de vida”, además porque representa una carga económica al municipio o gobierno que deberá introducir los servicios a un alto costo ya que no existen.
Precisó que no se trata de eliminar los asentamientos humanos ya existentes, sino que “se deben contener para que ya no crezcan o se expandan”.
“La disgregación territorial y familiar ocasionan que quienes habitan en zonas sin planeación urbana, no hagan ciudad o comunidad, no se interesan por su vecino, por su entorno y cómo mejorarlo, debido a que ocupan su tiempo en traslados largos, en acudir a abastecer la despensa familiar, porque madre y padre deben salir a trabajar”, añadió.
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Se trata de poblaciones “apáticas” y los asentamientos humanos irregulares “son una bola de nieve en un tema territorial”, opinó.