A principios del mes en curso, una comitiva encabezada por los evaluadores Hartmut Escher, de Alemania, y Helga Chulepin, de Uruguay, concluyó una revisión documental y de campo en el territorio de la Comarca Minera de Hidalgo, que cuenta con una extensión de mil 900 kilómetros cuadrados, con la que se revisa y califica las transformaciones del territorio, principalmente mejoras e innovaciones en desarrollo local (turismo, productos locales), educación, investigación, divulgación y visibilidad, a fin de determinar su continuidad como geoparque mundial.
Así lo explicó el investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la UNAM y coordinador científico del geoparque, Carles Canet Mique, quien agregó que lo que buscan estas confirmaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) es verificar las transformaciones del territorio en términos de buenas prácticas, desarrollo sostenible, cultura, educación, gestión y conservación que ha detonado la figura del geoparque.
La Comarca Minera de Hidalgo fue impulsada por la UNAM y reconocido a partir de 2017 como Geoparque Mundial por la Unesco, la que recibirá los resultados de la valoración, al igual que su Consejo Mundial de Geoparques, que será el que dictaminarán la continuidad del geoparque e informarán a México como estado miembro.
Según dio a conocer la UNAM ayer en su portal, la Comarca Minera de Hidalgo es un laboratorio vivo de riquezas geológicas, culturales y humanas, con elementos de la geodiversidad (como rocas, minerales y fósiles) de gran valor científico-educativo que son reconocidos mundialmente por su singular proceso de formación, edad y otras características.