De acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la leche materna es el alimento ideal, completo y saludable para los recién nacidos y niños menores de dos años, ya que contiene más de 300 nutrientes y cantidades exactas de grasas, azúcares, agua, proteínas y vitaminas que los niños necesitan, para crecer y desarrollarse, inmediatamente después del nacimiento.
Debido a que el sistema inmunitario del recién nacido aún no está del todo maduro, algunas veces denominan a la lactancia como la primer vacuna.
Esta misma acción, protege a las madres contra el cáncer de ovario y de mamá.
Las mujeres que no amamantan tienen un riesgo cuatro por ciento más alto de padecer cáncer de mama y un 27% mayor de cáncer de ovario, de igual manera presentan un mayor riesgo de padecer hipertensión y enfermedades cardiovasculares, además ayuda a quemar calorías adicionales lo que permite una recuperación más rápida y ayuda a prevenir la depresión post-parto.
La OMS refiere que el lograr que las madres amamanten a sus recién nacidos es una manera de invertir en el capital humano del país, debido a que los niños amamantados por leche materna tienen un mejor desempeño escolar y logran tener mejores oportunidades de desarrollo profesional, sin embargo no es el único beneficio para el país ya que al lograr la lactancia materna se evita el consumo de papel, plástico, aluminio o gasolina que son utilizados en la preparación, empaquetamiento y transportación de la leche de fórmula, logrando beneficios en la naturaleza y la economía de las familias.