Hay que tener corazón para cuidar las vidas más indefensas como la de perros y gatos, por lo que es humano esterilizarlos para evitar abandono y maltrato, expresó Erika Santos quien rescató a una perrita de la calle.
Erika es de Tulipanes, una colonia grande de Pachuca y, como todas, con un sin número de peluditos en vía pública y uno de ellos, una hembra, tuvo la fortuna de encontrarse con ella, pues cree que escapó de una casa a raíz de los cohetes de Año Nuevo.
Le proporcionará hogar temporal y la dará en adopción. Para que este proceso sea más rápido esterilizó a la perrita color miel, pues las familias prefieren a los lomitos castrados.
Hace dos años Erika adoptó a un perrito del centro de control canino, se llama Zeus y es una cruza de la raza pitbull, es su adoración.
Lo describe como noble y amoroso, “es increíble, la gente me dice que son peligrosos pero son de lo más tierno, son un amor. A lo mejor depende de cómo lo trates, pero a todos los seres vivos se merecen respeto”.
Zeus está esterilizado, por lo que es doblemente afortunado: tiene un hogar amoroso y no tendrá una descendencia que en el futuro podría ser maltratada.
La vecina de Tulipanes menciona que si cada persona se hace responsable de esterilizar a un perro de la calle, disminuiría bastante su sufrimiento y las personas empezarían a ser más conscientes y responsables.
“Ojalá hubieran campañas de participación social y estoy segura que personas de corazón acudirían al llamado, las hay pero se requiere de mayor difusión”, dijo Erika.