Entre los 11 mil 500 y hasta 16 mil pesos cuesta una “cremación directa”, en Tulancingo. Desde que se declaró la fase 3 de la contingencia por Covid-19 (21 de abril), solamente para aquellos cuerpos cuyo certificado de defunción diga neumonía, neumonía atípica, posible Covid o Covid-19, para el resto de fallecidos se cotiza la cremación, entre los 7 y 10 mil pesos, dependiendo lo que incluya y dónde se contrate el servicio.
Lo anterior, con el argumento de que “todo subió hasta un 150 y 200 por ciento, sobre todo del equipo que se usa”. Incluso algunos encargados de funerarias de la jurisdicción de Tulancingo justificaron el incremento al señalar que “hay mucho riesgo en el manejo del finado”.
En Tulancingo, Cuautepec, Santiago y Singuilucan, hay un total de 32 funerarias, las cuales llevan los cuerpos a incinerar a tres crematorios que existen en la región.
“Tenemos miedo y precaución. El peligro al que nos sometemos es mucho por el posible riesgo de contagio, por ello se incrementaron los costos y porque todo subió”, dicen.
El servicio que se brinda a quien fallezca por Covid-19, dijeron, incluye ir por el cuerpo a donde halla fenecido (unidad hospitalaria o casa), el proceso de la cremación y la dotación de una urna económica.
Además, explicaron que no se permite velar a los difuntos, por lo que la incineración se realiza en un período de cuatro a seis horas posteriores a la contratación del servicio.
Ello, a pesar que los Lineamientos de Manejo General y Masivo de Cadáveres por Covid-19 en México, emitidos el pasado 21 de abril por parte de la Secretaría de Salud Federal, establecen que en el caso de las defunciones en la fase 3 de la emergencia, se dará destino final a las defunciones en el modo de inhumación o cremación, respetando la decisión de los familiares.
Dicho documento señala también que la cremación puede considerarse solo si se cumplen con las siguientes premisas: “Que el cuerpo está plenamente identificado y reclamado. Que la familia ha sido informada y está de acuerdo con la decisión de cremación”.
Las cenizas pueden ser objeto de manipulación sin que exista algún riesgo infeccioso.