Como consecuencia de la difícil situación económica por la que atraviesa el sector de la construcción, dos empresas afiliadas a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), delegación Hidalgo, cerraron de forma definitiva.
Carlos Henkel Escorza, presidente de la agrupación, dio a conocer lo anterior, al tiempo que señaló que el 30 por ciento de las micro y pequeñas empresas afiliadas a la cámara, equivalentes a una tercera parte del total, enfrentan problemas financieros muy complicados.
Debido a la falta de obra, argumentó, también están en riesgo de desaparecer.
“Están haciendo esfuerzos por sobrevivir, vendiendo sus terrenos, sus máquinas, todos sus activos”, mencionó.
Explicó que la crisis que afrontan los constructores se viene arrastrando desde hace seis años, cuando dio inicio el sexenio del ex presidente Enrique Peña Nieto.
El recorte a los presupuestos de las diferentes oficinas del gobierno federal, principalmente, ha sido la principal causa de que el sector de la construcción se encuentre en una difícil situación económica.
En Hidalgo, dijo, la CMIC agrupa a 318 afiliados, de los cuales, el 95 por ciento son micro y pequeños constructores; es decir, son empresas que facturan menos de 15 millones de pesos al año.
“EL 90 por ciento se dedica a la obra pública, y si no hay obra pública, no hay ingresos para las empresas, ni salarios para los trabajadores”, comentó Henkel Escorza.
Informó que las dos empresas que cerraron en resientes días estaban domiciliadas en la Huasteca, y contaban, en promedio, con cinco empleados cada una.
Los trabajos que realizaban, dijo, era pequeños, pero no menos importantes.
El presidente de la CMIC Hidalgo lamentó que las grandes empresas que se han asentado en el estado no han contratado a empresas afiliadas a la Cámara para la realización de sus obras, o instalaciones.
Gobierno del estado, dijo, fue quien contrató a las empresas de la CMIC para que realizan trabajos para las nuevas instalaciones del Grupo Modelo en Apan, pero no grupo Modelo directamente.
Destacó la importancia de haber contado con el respaldo del gobernador Omar Fayad para que empresas hidalguenses –unas 20, aproximadamente- pudieran participar en la construcción de lo que iba a ser el nuevo aeropuerto, en Texcoco, y que posteriormente fue suspendido de forma definitiva.