TULA DE ALLENDE, Hgo.- En tanto que padres de familia de una de las escuelas más pobladas de Tula señalaron, en un principio, que no encontraban espacio suficiente para depositar los desechos que dejó el desbordamiento del río, el alcalde Manuel Hernández Badillo mencionó que hay espacio suficiente en el relleno sanitario.
Lo anterior, luego que al menos 900 alumnos de la escuela primaria Venustiano Carranza se quedaron sin mobiliario para su regreso a clases presencial, pues la creciente del río Tula dejó pupitres, escritorios y libreros dañado y malolientes.
Bajo las mismas circunstancias se encuentran profesores de los cinco grupos en los seis grados del plantel, quienes atendían en promedio 30 estudiantes cuando la jornada académica era presencial.
La dirección escolar convocó a padres de familia para llevar a cabo la limpieza de las instalaciones ubicadas en plena zona Centro, debido a que terminó entre las aguas negras del río.
A lo largo del pasillo se colocaron los paterfamiliares. De mano en mano pasaron los pupitres, escritorios, libreros, sillas, mesas, bancos y mucho más que guardaba el centro escolar. Todo esto estaba cubierto de lodo.
En la puerta de la escuela, esperaba personal de la Marina como del Ejército Mexicano para depositar los muebles dentro de los camiones Tortón que en una hora al menos cinco fueron despachados llenos.
Ahí, hubo algunos alumnos participantes en las labores, a lado de sus padres.
La dirección escolar solicitó al camión más grande que todo fuera resguardado, lo que pareció imposible debido a que la indicación oficial fue trasladar todas las cargas al tiradero de basura municipal.
Por su parte, el presidente municipal Manuel Hernández Badillo informó que “el depósito oficial de la alcaldía es el relleno sanitario municipal” y anticipó “serán miles de toneladas las que vamos a tirar, no tenemos la cantidad exacta porque la limpieza en viviendas, calles y demás, continúa”.
El sitio será suficiente para el destino final de la basura recolectada, así como escombros, indicó.
Calculó que en una semana concluyan las labores de limpieza, mientras que la reparación de los daños “se necesita por lo menos 2 mil millones de pesos para evitar nuevas desgracias en Tula, durante cada temporada de lluvias”.
Devolver la dinámica económica y resarcir en lo posible las pérdidas de las familias, refirió, se requieren otros 4 mil millones de pesos, “el tamaño de la desgracia requiere de esos recursos económicos”.
Además, manifestó que del Ejército Mexicano integrados al Plan DN-III-E suman mil elementos dedicados a las diferentes tareas de aseo, del gobierno del estado alrededor de 500, del ayuntamiento otros 300, más personal de la Marina, voluntarios y de la Guardia Nacional.