La Arquidiócesis de Tulancingo compartió este domingo, la Primera Circular sobre el COVID-19 emitida por la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), —de la cuál Don Domingo Díaz Martínez, Arzobispo de Tulancingo es Responsable de la Dimensión de Salud a nivel nacional— sobre el que se destacan las medidas a tomar en las misas, como: no tener contacto físico en el “saludo de la Paz”. Y evitar el saludo físico antes y después de las celebraciones.
En el documento se cita que se ha invitado a todos los obispos, a que estén muy atentos a las indicaciones de la Secretaría de Salud Pública tanto federal como estatal, y tomar las debidas medidas de prevención y actuación en su propia Diócesis, o en conjunto con su Provincia, como preparación para la segunda fase que se tiene prevista a finales del mes de marzo o principios de abril.
Se les ha exhortado a tener en consideración para las celebraciones eucarísticas, como tener en cuenta el formulario del misal romano a favor de los enfermos, cuando la liturgia lo permita, para pedir a Dios la salud y la detención de este virus.
Procurar en la medida de lo posible, celebrar la Misa al aire libre, y solicitar a sus fieles que la colecta se realice al final de la misma, e invitar a las personas vulnerables como ancianos, niños o que tengan algún padecimiento respiratorio quedarse en casa sin asistir a templos y capillas, y puedan participar de la misa a través de la televisión o las redes sociales.
Los sacerdotes, cita la Circular, deben considerar las medidas sanitarias adecuadas en la visita a los enfermos y hospitales, para evitar ser contagiados o convertirse en transmisores del virus.
Así también no descartar la posibilidad de suprimir más adelante los servicios litúrgicos, esto previendo la consulta previa a las autoridades civiles, y teniendo en cuenta el desarrollo de la pandemia en nuestro país. Hasta el momento no se ha hecho referencia sobre la suspensión de misas en la Provincia Eclesiástica de Hidalgo.