El tren me cortó los dedos de mi pie derecho y una parte del mismo y no solo tengo que aguantar el dolor físico sino también del corazón, pues ya no es lo mismo.
Le estoy echando muchas ganas para vivir así diariamente, ahora tengo que utilizar muletas y pido dinero en la calle para poder mantener a mi menor hijo junto a mí, doy gracias a Dios que estoy vivo.
Así lo manifestó ayer Daniel Isaías Zárate Vera, quien es originario de Nayarit.
Aseguró que la gente no lo abandona y siempre le da algunas monedas para que pueda comer al igual que su menor vástago.
Recuerda con tristeza que hace tiempo viajaba a bordo del ferrocarril y a la altura de Orizaba Veracruz se subieron unos sudamericanos y uno de ellos presuntamente venía atendiendo a los mexicanos.
Por lo que al llegar al municipio de Atotonilco de Tula, el entrevistado y el extranjero comenzaron a discutir y forcejear encima del tren, ambos cayeron del mismo y fue cuando la rueda de la mole de hierro le mutiló parte de su extremidad inferior derecha.
“A partir de ese instante ya no supe nada y desperté en el hospital regional de Tula donde religiosos católicos me auxiliaron y trasladaron para recibir pronta atención médica. Conmigo venía mi hijo menor de edad” refirió Daniel Isaías Zarate.
Tras ser operado en el mencionado nosocomio, perdió casi la mitad del pie ya que le hicieron amputación de metatarso derecho tipo lisfranc.
El mexicano finalmente aconsejó a las personas que no se subieran al ferrocarril, ya que este no es un juego, se corren muchos riesgos finalizó.