El campo está desmantelado, afirmo en entrevista para El Sol de Hidalgo Manuel Canales, integrante de la UNTA Hidalgo. La falta de programas de apoyo para este sector y la sequía que azota a 80 por ciento del territorio cultivable en la entidad son las graves problemáticas que aqueja a este sector, de acuerdo con el dirigente campesino. “Estamos ante una crisis de gobierno debido a que desaparecieron diversos apoyos de la federación”, recalcó.
Aunque el Indicador Trimestral de la Actividad Económica Estatal correspondiente al cuarto trimestre de 2020 reveló que el único sector de la economía local que creció fue el campo, específicamente, 8.6 por ciento, aseguró que la realidad que viven los campesinos es otra.
“Esas son las cifras de los que hacen la política pública, pero la realidad no es así, basta con ver el costo de canasta básica debido a que la producción en el campo está complicada, el problema está dramático en todo el país”, dijo.
En este contexto, la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) sostuvo en encuentro de trabajo con aspirantes a legisladores locales y federales con el objetivo de que firmaran un acuerdo con diversos compromisos a favor del campo. El propósito, dijo, es recuperar el presupuesto que estaba asignado al campo, pues el gobierno de Andrés Manuel López Obrador eliminó todos los programas de apoyo que estaban orientados a impulsar la actividad agrícola.
Pero, el tema más urgente es atender la sequía que se agravanen todo el país. En el caso de la entidad, los efectos se resienten en la tierra de temporal, concretamente en Metztitlán, cuya presa de la que dependían las actividades piscícolas y agrícolas, está seca desde el año pasado. También quedó sin agua la presa de El Durazno, en San Agustín Tlaxiaca, y bajaron los niveles de las presas Endho y La Requena. Apenas esta semana, la Conagua reportó que ocho de 37 presas en la entidad están totalmente secas.
Manuel Canales aseguró que es imposible cuantificar las pérdidas. La cifra, dijo, sería muy elevada considerando que la falta de vital líquido golpea a todas las actividades primarias, es decir, la agricultura, la ganadería y la producción acuícola en estanques, presas o lagunas. “El 80 por ciento de la superficie cultivable del campo está afectada por la sequía y no hay recursos ni programas emergentes de ningún nivel de gobierno, tienen desmantelado el campo, no hay nada, no tienen compromiso”, dijo.