Con el objetivo de frenar la tala ilegal en zonas de conservación y áreas naturales de Almoloya, ejidatarios y propietarios de predios ubicados en torno a la comunidad de Rancho Nuevo, pondrán en marcha un dispositivo para proteger alrededor de 2 mil hectáreas de bosque y reforestar áreas donde se ha detectado el corte y extracción de recursos forestales sin la autorización de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnath).
José Guadalupe García, director de Ecología en este municipio señaló a El Sol de Hidalgo, que sostuvo una reunión con más de una veintena de ejidatarios de esta zona, con quienes acordaron trabajar de manera coordinada para inhibir este delito.
El funcionario mencionó que al encontrarse en un área que colinda con estados como Tlaxcala y Puebla, esta zona ubicada al Norte de cabecera municipal ha sido susceptible a la tala clandestina, sobre la que, mencionó no se cuentan con cifras oficiales que pudieran permitir conocer el impacto de la extracción ilegal de madera en este bosque buyas especies son, principalmente, oyamel y pino.
Detalló que en lo que va de esta administración no se han recibido denuncias por este delito; sin embargo, dijo, en su trabajo previo como técnico forestal, tiene conocimiento por los propios ejidatarios del robo de madera, un delito que es sancionado por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
El funcionario refirió que el diálogo con los residentes de esta zona comenzó informándoles sobre el fuerte impacto que produce para el ambiente la tala ilegal, derivado del que, en una mesa de trabajo con los residentes de la zona, establecieron llevar a cabo distintas fases de acción, siendo su principal intervención la vigilancia de las zonas arboladas.
Explicó que su principal labor será emitir un reporte cuando adviertanla presencia de personas ajenas o que resulten sospechosas, así como el ingreso de vehículos que sean comúnmente usados para la transportación de madera.
En este sentido, detalló que este punto busca no solo reducir el transporte y comercio de madera, sino evitar posibles enfrentamientos entre pobladores y comuneros afectados.
Destacó que de la mano de esta estrategia, están reactivando la comunicación con la Profepa y Semarnath, con quienes buscan recibir una capacitación para identificar con claridad posibles permisos apócrifos, que, dijo, son empleados por los talamontes.
Por último, mencionó que una vez puesto en operación este proyecto piloto, busca llevarlo a otras comunidades como Coronillas, considerada también un foco rojo para la tala ilegal de árboles.