El Domingo de Ramos es una tradición en el Valle del Mezquital en la que miles de feligreses católicos de los municipios de Ixmiquilpan, Chilcuautla, Progreso de Obregón y San Salvador peregrinan de la comunidad de Xothi al centro de Chilcuautla.
Las familias católicas caminan más de treinta kilómetros durante cuatro horas sobre el pavimento, bajo una temperatura ambiente de más de 20 grados centígrados, a pesar de estas condiciones, la fe los mueve a cumplir sus mandas o promesas a lo divino.
Cada comunidad se organiza en cuadrillas para cuidar y cargar en hombros a San Ramos, quien va montado en un burro, y brindando la buena nueva a todos los habitantes del Valle del Mezquital.
Las subidas y curvas del trayecto son parte de la vida, por lo que quienes prometieron cargar a San Ramos en sus hombros, soportan el calor, la humedad, y el esfuerzo físico para cumplir y así obtener el favor de su Dios todopoderoso.
Según la tradición cristiana, Jesús entró a Jerusalén antes de su pasión y muerte montado en un burro, a su paso los habitantes de Tierra Santa lo veneraron con palmas como símbolo de respeto y fervor religioso.
Esta conmemoración es una tradición para las familias quienes asisten para recordar la pasión de Jesús. La comida y agua no falta, ya que en el trayecto cada comunidad ofrece refrigerios sencillos para todos los peregrinos.
Los cohetes, flores, copal quemado y palmas colorean el camino de San Ramos, en cada comunidad se truena una gruesa de fuegos pirotécnicos, mientras que las flores se tiran en el pavimento como confeti.
Las mujeres llevan en la mano derecha el jusphi (incensario en Hñahñu), en donde se quema el copal en carbón de mezquite al rojo vivo, para adorar a lo celestial y pedir por que nunca falte lo indispensable en los hogares.
En la cabecera municipal de Chilcuautla, se tienen la tradición de golpear al Judas Negro por las principales calles, esta actividad según historiadores, es el triunfo del catolicismo sobre las deidades mexicas, ya que el judas negro es la representación de Texcatlipoca “El espejo humeante o espejo de obsidiana”.