Dio comienzo la tradicional celebración religiosa de Semana Santa, ayer, Domingo de Ramos, rezando la comunidad religiosa hidalguense por la salud de los enfermos de Covid-19 y a memoria de los fallecidos en esta pandemia, en concurridas misas y filas de acceso a las iglesias para la bendición de sus palmas, sin mantener sana distancia.
En la celebración de la entrada triunfal de Jesús de Nazaret a Jerusalén, párrocos y pastores para dar inicio a la Semana Santa, hicieron el exhorto a sus comunidades y feligreses, eviten congregaciones masivas de personas los días jueves, viernes y sábado próximos.
En La Asunción, Santa María de Guadalupe (La Villita), San Francisco, Divino Niño Jesús, Sagrado Corazón de Jesús, San Judas Tadeo, El Carmelito, entre muchas otras, así como en templos cristianos y protestantes, se superó el aforo permitido.
En algunos de estos lugares de culto, los párrocos oficiaron misas presenciales y bendijeron palmas, así como también los pastores emitieron sus servicios religiosos. Se constató en recorrido de reporteros de El Sol de Hidalgo, que algunos inmuebles no tuvieron acceso al público, como medida preventiva para evitar la propagación de los contagios.
La numerosa multitud, cuenta la historia, tendía sus mantos en el camino de Jesús.