Uno de los seres naturales más importantes para la vida en la tierra son los árboles; pues son considerados los pulmones del planeta, ya que nos brindan múltiples beneficios no solo a los seres humanos sino al resto de las especies.
Es por ello que El Congreso Mundial Forestal proclamó el 28 de junio como Día Mundial del Árbol con el objetivo de generar conciencia sobre la importancia de los recursos forestales y los árboles.
¿Por qué plantar árboles?
Plantar un árbol es uno de los pasos ecológicos más importantes que puedes hacer a lo largo de tu vida; ya que los árboles son los encargados de proporcionarnos servicios ambientales como: Regulan el ciclo del agua, capturan el carbono, protegen la biodiversidad, coadyuvan en la dispersión de semillas, mantienen los suelos, regulan la calidad del aire, amortiguan los fenómenos naturales, proporcionan alimento y material para la construcción y sirven para elaborar medicinas.
De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, un árbol, en un año, inhala un promedio de 12 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) y exhala oxígeno suficiente para una familia de cuatro personas. Por lo que una hectárea de árboles podría absorber 6 toneladas de dióxido de carbono al año.
La cobertura vegetal de México es de más de 138 millones de hectáreas, lo que representa el 70% del territorio nacional, de las cuales 64.8 millones son de arbolado.
Pasos para plantar un árbol y cuidarlo
Selecciona el lugar adecuado:
Elige una ubicación con buena luz natural y libre de obstrucciones como techos, cables y postes. Asegúrate de que haya un espacio mínimo de 7 x 7 metros.
Prepara el terreno:
Delimita un área de aproximadamente 40 por 40 centímetros en el suelo y excava un hoyo de unos 40 centímetros de profundidad. Estas dimensiones son recomendadas para árboles jóvenes de 1.5 a 2 metros. Si el árbol es más grande, ajusta el tamaño del hoyo en proporción a su altura y copa.
Añade abono:
Coloca composta en el fondo del hoyo para ayudar a retener la humedad en el suelo. Al trasplantar el árbol, quita la bolsa para permitir que las raíces entren en contacto directo con la tierra. Pisar la tierra ayuda a eliminar bolsas de aire y asegúrate de rellenar completamente el hoyo con tierra.
Provee soporte:
Para asegurar un crecimiento recto, instala una estaca de madera, como carrizo o un palo de escoba, y atala al árbol con rafia para evitar daños.
Cava un pozo para riego profundo:
Para garantizar que el agua llegue a las raíces y el abono, forma un pozo alrededor de la base del árbol con una profundidad de 10 a 15 centímetros.
Riega regularmente:
Riega el árbol cada tres días desde su plantación hasta que empiecen a brotar nuevas hojas, considera también que cada especie tiene cuidados especiales, por lo que deberás informarte adecuadamente sobre su cuidado específico. Es recomendable regar temprano por la mañana o al anochecer para evitar la evaporación del agua.