Domesticado hace más de 9 mil años, junto con el maíz, el frijol y la calabaza, el nopal, no solo es una planta representativa y nativa de México, sino que ha sido desde tiempos ancestrales uno de los principales alimentos en el país.
Entre el final del pleistoceno y principios del quinto milenio antes de Cristo, los indígenas prehistóricos de las cuencas y valles semiáridos de los estados de México, Morelos, Guerrero, Jalisco, Puebla, Oaxaca e Hidalgo, iniciaron el cultivo de una serie de plantas nativas que más tarde se convertirían en los alimentos básicos de la antigua civilización mesoamericana.
Por siglos estos indígenas vivieron a campo abierto, aprendiendo, entre otras actividades, a recolectar y a consumir plantas, a asar el nopal y el maguey para hacerlos comestibles, a extraer miel de la vaina del mezquite a incrementar sus alimentos mediante la recolección y el cultivo de plantas.
El nopal, el maguey y otros frutos semitropicales, comenzaron a cultivarse en México 7 mil 500 y 5 mil años antes de Cristo y al no llevarse a cabo prácticas como el pastoralismo, por no existir animales proveedores de pelaje y carne, el maguey tomó este lugar al ofrecer vestido y sustento con sus fibras y como alimento.
Desde la llegada del hombre a México hace unos 20 mil años y específicamente a las zonas desérticas y semidesérticas, esta y otras cactáceas fueron fuente importante de alimento, bebida y medicina, para los indígenas y mucho antes de que se conociera su manejo hortícola los antiguos mexicanos consumían el nopal en abundancia.
Bajo este contexto histórico, la Cámara de Diputados propuso en 2017 celebrar cada 18 de septiembre el Día Nacional del Nopal por considerar fundamental el impulso, la producción y el consumo de esta cactácea que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), califica con propiedades no sólo nutritivas, sino también químicas, industriales, ecológicas, medicinales y simbólicas.
Es de destacar que México es el primer productor de nopal en el ámbito mundial con 874 mil toneladas anuales y que de las aproximadamente 200 especies existentes, 101 viven en nuestro país, 93 de las cuales pertenecen al grupo Opuntia y, de estas, 62 son endémicas, además de que las ocho especies identificadas como Nopalea, seis habitan únicamente en nuestro país.
Debido a su gran versatilidad en la gastronomía, el nopal se consume lo mismo en una salsa que en guisados, ensaladas e incluso postres.
Científicamente se ha comprobado su contenido de proteínas, grasas, fibra, calcio, carbohidratos, fósforo, sodio y potasio, elementos que ayudan a combatir la obesidad, fortalecen los huesos y previenen la artritis, además de ser muy recomendables para las personas que padecen diabetes u osteoporosis.
Por la importancia de esta planta en distintos campos, el investigador marroquí Ait Hamou Abderrahmane, de la Asociación Nacional para el Desarrollo del Nopal en Marruecos, propuso celebrar el 18 de septiembre como Día Internacional del Nopal.