Conocidas como fuentes de rayos X ultraluminosas, los emisores son fáciles de detectar cuando se ven de frente, pero pueden estar ocultos a la vista si apuntan incluso ligeramente lejos de la Tierra, por lo que su número debería ser mucho mayor del que los científicos observan actualmente.
Nuevos datos del observatorio espacial NuSTAR de la NASA indican que este fenómeno es cierto para algunos de los emisores de rayos X más destacados del universo local: fuentes de rayos X ultraluminosos o ULX, que son aproximadamente un millón de veces más brillante que la salida de luz total del Sol (en todas las longitudes de onda).
El nuevo estudio muestra que el objeto conocido como SS 433, ubicado en nuestra galaxia la Vía Láctea y a solo unos 20,000 años luz de la Tierra, es un ULX, aunque parece ser unas 1,000 veces más tenue que el umbral mínimo para ser considerado como tal.
Este desvanecimiento es un truco de perspectiva, según el estudio: los rayos X de alta energía de SS 433 están inicialmente confinados dentro de dos conos de gas que se extienden hacia afuera desde lados opuestos del objeto central.
Estos conos son similares a un cuenco espejado que rodea la bombilla de una linterna: acorralan la luz de rayos X de SS 433 en un haz estrecho, hasta que escapa y es detectada por NuSTAR. Debido a que los conos no apuntan directamente a la Tierra, no se puede ver el brillo total.