En Hidalgo de acuerdo con datos de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SAGARPA), se producen un millón 150 mil litros de leche diarios con un inventario de 203 mil 551 cabezas de ganado en tres importantes cuencas lecheras: Tizayuca, Valle de Tulancingo y El Mezquital, lo que representa el 4.2 por ciento de la producción nacional (27 millones 380 mil 953 litros).
Se estima que el destino de la leche se distribuye, aproximadamente, de la siguiente manera: 56 por ciento se utiliza para la producción de queso (644 mil litros), 41 por ciento se pasteuriza y envasa (471 mil 500 litros), y sólo el tres por ciento se comercializa como leche bronca (34 mil 500 litros).
La industria quesera es un sector de gran importancia en el sistema alimentario mexicano, considerado estratégico por tres razones: primero, la leche y derivados son alimentos básicos que elevan la calidad de vida de la población que los consume; segundo, por los efectos de dicho sistema en el ingreso y empleo rural; y tercero, por su potencial para articular varios sectores productivos.
En la entidad se han desarrollado tres cuencas lecheras importantes: Tizayuca, Valle de Tulancingo y Mezquital; en las dos primeras, las empresas particulares son las principales acopiadoras del lacticinio, el que posteriormente utilizan para la producción de derivados lácteos y leche pasteurizada, y en el Valle de Mezquital, es la industria quesera artesanal la principal acopiadora, y el destino de la leche es la elaboración de queso, crema y requesón.
En Acatlán por ejemplo hay cuatro concentraciones importantes, dos de ellas de relevancia: la primera está ubicada en las cercanías de la cabecera municipal y agrupa 16 queserías y la segunda está localizada en La Peñuela, con 12 establecimientos. De las otras dos, una se encuentra en los límites de Acatlán y Tulancingo, en las cercanías de la carretera TulancingoAcatlán, y la última se establece en la zona de Huapalcalco.