Con más de 25 años de experiencia, Teófilo González Cordero, originario del municipio de Agua Blanca fabrica aguardiente de piloncillo de manera artesanal.
Desde 1937, su padre Gilberto González, inició con la elaboración de destilados González y en su memoria mantiene vivo el proceso de producción.
El productor artesanal, explica que el aguardiente de caña es una bebida destilada que se obtiene de los jugos y melados de la caña de azúcar previamente fermentados.
La materia prima que se utiliza para la fabricación, comparte que es el piloncillo, que se obtiene de la caña azucarera, después se pone a fermentar con levadura de pan que tarda entre 24 y 30 horas.
Después, dijo que se pasa a la destilación que tarda entre ocho a diez horas para obtener alrededor de 150 litros, “cuando empieza a romper, el destilado sale a unos 70 grados y la recola, que es prácticamente lo último sale de unos cinco a 10 grados”, añade.
En Agua Blanca, explica que a unos cuantos metros del centro se encuentra su fábrica en donde está su horno que utiliza como combustible leña y el alambique, que hace la destilación de líquidos mediante un proceso de evaporación por calentamiento y posterior condensación por enfriamiento.
Además del aguardiente puro, también comercializa los tradicionales “curados” que se elaboran con frutas especialmente de la región como son mora, ciruelo, maracuyá, los tradicionales que son el de guayaba, piña, acachul, higo y algunos especiales que son de hierbas, “los amargos”, que algunos los utilizan como remedio para curar males estomacales.
Los precios varían, el comercial se ofrece en 30 pesos el litro, el de 50 grados en 50 pesos el litro, el refino que alcanza más de los 50 grados en 80 pesos el litro y los de sabores hasta en cien pesos el litro. Su familia asegura que fueron de los pioneros en la elaboración de esta bebida.