Los derrumbes suscitados sobre la construcción de la carretera Real del Monte-Huasca no ponen en peligro a la población.
Informó la Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), que la caída de tierra como piedras son parte del proceso de la obra vial, donde también han influido las últimas lluvias registradas en el área.
La ubicación exacta de estos deslaves, se encuentran en el kilómetro 14+620.
“Están ocurriendo dentro de la zona de construcción alejada de la vía lateral de la carretera y lejos de áreas habitadas, por lo que no representan peligro para la población en general. El punto crítico se encuentra a 90 metros de la vía”, precisa el comunicado emitido hace unos minutos por la SICT.
Mencionar que personal de esta dependencia federal lleva a cabo el retiro del material rocoso con riesgo de caer, a fin de garantizar la seguridad de las personas usuarias de la vía Real del Monte-Huasca.