Ante el desabasto de medicamentos que existe en el sector salud de la entidad hidalguense, sobre todo en los usados para controlar los niveles de glucosa en sangre, los pacientes se han visto obligados a comprar por fuera estos y otros fármacos, lo que les representa un gasto extra que forzosamente tienen que cubrir.
“A veces no tienen el suficiente medicamento y lo tengo que comprar por fuera, es un gasto fuerte y a veces toma por sorpresa…últimamente hemos optado por hacer un apartado en el gasto de cada mes para tener ese colchón y disponer de él en caso de que no me den el tratamiento completo”, expresó Matilde Juárez quien es derechohabiente del IMSS.
Desde hace casi 9 años, Doña Matilde de 62 años de edad, ingiere medicamentos para la diabetes, los cuales han ido cambiando a lo largo de su tratamiento; en entrevista, refirió que inició con pastillas de glibenclamida, después su organismo requirió de ese mismo fármaco compuesto y actualmente alterna su ingesta con insulina para disminuir los niveles de glucosa en su cuerpo:
“Antes si no había medicina en el seguro, sin problema se compraba por fuera, incluso en ocasiones la compraba de marca, pero desde que me inyecto la insulina es diferente, esa es cara aunque se compre en el similar”, lamentó.
El frasco de insulina glargina que requiere tiene un costo de más de 400 pesos con 10 mililitros en genérico y de casi 2 mil pesos en patente de la misma presentación por lo que ve afectada su economía cuando en el seguro social no se le entrega completo el tratamiento: “Debe uno de ahorrarle por su cuenta para sacar el gasto, son de 500 a mil pesos extra”, contó.
Por su parte, Georgina Jiménez, de 56 años, quien también es derechohabiente, refirió que debido al progreso de su enfermedad, el medicamento que requiere no se lo proporcionan en la institución de salud: “Me dan la metformina, pero no la tienen compuesta con lo que me pidió el médico, entonces mis hijos se han cooperado para pagarla por fuera, es cara, está en mil 700 con cincuenta y tantas pastillas”, detalló.
La secretaria de salud en la entidad, Zorayda Robles, informó hace unos días que el desabasto de medicamentos para enfermedades crónico-degenerativas en la entidad es del 30 al 40 por ciento, lo que significa que si antes se surtían 10 cajas de un fármaco, ahora se surten sólo 6, lo que se refleja en tratamientos incompletos para los pacientes.