TULA DE ALLENDE, HGO.-Miles de familias perdieron su patrimonio forjado a base de muchos años de esfuerzo y sacrificio durante la inundación que ocurrió aquí hace dos años, sin embargo, hubo solidaridad de los ciudadanos al dar ropa, comida y otros utensilios de primera necesidad a los damnificados que vivieron angustia y tuvieron la esperanza para salir adelante en la vida.
La tragedia lastimó la vida de los habitantes de Tula y la cual dejó muchos aprendizajes y con el tiempo se va olvidando y aprendiendo.
Así lo mencionó el párroco de la catedral y vicario general de la Diócesis de Tula presbítero Felipe Ignacio Juárez Ramírez al presidir la santa eucaristía por el segundo aniversario de la inundación, la tarde de este jueves siete de septiembre.
Pidió a Dios por el eterno descanso en paz de los hermanos que sufrieron esta contingencia y perdieron la vida, ante la presencia de decenas de pobladores católicos que acudieron hoy a la catedral de esta ciudad, entre ellos Edith Hernández, Teresa Pérez, Francisco Guzmán y José Concepción López.
“Si bien los bienes inmuebles se han reconstruido poco a poco y arrojaron un Tula más justo y solidario y los ciudadanos pidieron resignación por cada familia que perdió un pariente en el mencionado desastre que aconteció la noche del seis de septiembre del año 2021” dijo el religioso.
El párroco y vicario general leyó un mensaje del obispo de Tula Juan Pedro Juárez Meléndez a los damnificados de la inundación, en el cual les solicitó seguir esforzándose para salir adelante en la vida y estar en esta iglesia discípula no solo en los momentos críticos de urgencia que lastiman a las familias sino estar siempre con ella para sembrar valores de Dios y mantener el compromiso de caminar juntos.
“Esta experiencia fortaleció al pueblo de Tula y compartió la vida en los más necesitados y la fe y esperanza también se fue descubriendo cada día más para buscar siempre el bienestar de los pobladores” indicó, por último, el sacerdote.