El altar para honrar a nuestros familiares fallecidos se puede empezar a ponerse del día 25 al 28 de octubre, ya que, de acuerdo con las tradiciones, es esta fecha cuando comienzan a llegar las almas.
El día de muertos es una tradición prehispánica llena de simbolismos, leyendas y relatos que forman un mosaico único en el mundo, que nos representa a nivel mundial por su dualidad de alegría y tristeza.
A pesar que la tradición marca que el altar se coloca desde el 25 de octubre, se enmarca de acuerdo a las creencias que los difuntos comienzan a llegar a partir del 28 de octubre.
El día 28 de octubre llegan los “matados” es decir aquellos que murieron en un accidente o decidieron acabar con su vida.
El 29 de octubre se prende una veladora y se coloca un vaso de agua en honor a los difuntos olvidados y desamparados.
El 30 y 31 de octubre se cree que es cuando llegan las almas del limbo, son dos días que se dedican a los pequeños que fallecieron sin recibir el sacramento del bautismo.
El primero de noviembre, también conocido como día de todos los santos, es el día en que el altar se dedica a los niños fallecidos.
Dos de noviembre día de los fieles difuntos, en esta fecha se cree que todas las animas visitan el altar de muertos.
También te puede interesar: La Catrina en la tradición mexicana
El día dos de noviembre, también llamada día de todos los muertos, la máxima festividad de este tipo en nuestro país y se comienza desde la madrugada con el tañido de las campanas y la práctica de cientos de ritos como adornar las tumbas y colocar ofrendas sobre las tumbas, lo que tiene un gran significado para las familias de nuestro país.
Los orígenes de la tradición del día de muertos, son anteriores a la llegada de los españoles.