A pesar que son los principales dispersores de la enfermedad de Covid-19, el papel del menor en la pandemia ha sido “menospreciado”, aunado a ello hay estudios que arrojan que si bien no presentan síntomas de la enfermedad, con el paso del tiempo los niños que se contagiaron, desarrollan el Síndrome Inflamatorio Multisistémico en Pediatría (PIMS), así lo advirtió el titular de la Secretaría de Salud de Hidalgo (SSAH), Alejandro Efraín Benítez Herrera.
Al tiempo, el encargado de la salud de los hidalguenses se pronunció a favor de establecer un grupo de trabajo con SEPH, Salud, y el grupo que atiende el síndrome en menores para elaborar una estrategia sanitaria dirigida a los niños, sobre todo en un contexto en el que se habla de un posible regreso a clases.
Por su parte, Mónica Langarica, directora del Hospital del Niño DIF, expuso que el papel del niño en la pandemia se ha “menospreciado”, ello a pesar que son los principales dispersadores, aunado a que también son población en riesgo, porque sí se contagian, si presentan enfermedad y lo más grave es que pueden desarrollar el Síndrome Inflamatorio Multisistémico en Pediatría (PIMS), mismo que tiene como consecuencia más grave la muerte.
Actualmente en el estado se registran 18 casos, 14 de ellos atendidos en el Hospital del Niño DIF y cuatro más en el hospital del ISSSTE.
Detalló que es un síndrome que desarrollan los menores que en algún momento se contagiaron de Covid-19. Los síntomas aparecen entre el día 10 y el 40 posterior a tener contacto con una persona enferma.
Los médicos del grupo PIMS explicaron que el síndrome afecta a nivel de todo el cuerpo, causa inflamación generalizada en menores de 18 años, puede afectar cualquier órganos vitales como el corazón, pulmón y cerebro; principalmente afecta a niñas y niños edad 6 y 12 años más frecuente, pero se ve en menores de 21 años y menores de seis.
Sus síntomas son: Fiebre persistente, elevada que no se quite ni con analgésico, estado de confusión, somnolencia, ojos rojos, dolor articular, dolor abdominal, manchas rojas o ronchas a nivel de todo el cuerpo (sin comezón), y dolor muscular.
Su atención requiere apoyo médico multidisciplinario, intrahospitalario, así como un diagnóstico temprano para evitar complicaciones.
