Los campesinos del Valle del Mezquital han volteado a la producción de jitomate a través de la hidroponía o en el suelo por acolchados, en naves de invernaderos, los cuales se construyeron con remesas de migrantes que trabajan en los Estados Unidos, o con ahorros de los agricultores.
“Hoy escasea la mano de obra para que trabajen en los invernaderos, porque muchos de ellos migraron a Estados Unidos o porque vienen a trabajar a los invernaderos, aprenden a cultivar y con sus ahorros, o con dólares que sus familiares mandan”, construyen sus propias naves agrícolas, informó Genaro Trejo,
Los productores que tienen menos de una hectárea de invernaderos, han tenido que migrar, mientras que los que tienen más de una hectárea se han endeudado, gestionando créditos con los bancos, para poder enfrentar los altos costos de producción.
Anualmente producen 30 mil toneladas de jitomate
Por cada hectárea de construcción de invernaderos se generan tres empleos directos y en tiempos de cosecha suman cinco empleos indirectos; en esta zona son más de 100 hectáreas de construcción por lo que el total de empleos formales asciende a más de 500.
La producción aproximada por ciclo agrícola es de 300 toneladas por hectárea, en esta zona que comprende las comunidades de La Estancia, El Bethi, Santa Ana, municipio de Chilcuautla, además de El Tabón, Ixmiquilpan, entre otras, se tiene un cálculo aproximado de 100 hectáreas totales de infraestructura de invernaderos.
La producción anual de esta zona jitomatera en promedio es de 30 mil toneladas, lo que representa un aproximado en derrama económica de más de 240 millones de pesos cada año.
Producción del jitomate supera ingresos por actividad turística
Esta derrama económica supera los ingresos del gobierno municipal, los cuales ascienden en el año 2023 a más de 85 millones de pesos, además también supera los ingresos que llegaron por la actividad turística al Corredor de Balnearios, los cuales según la secretaria de Turismo estatal ascienden a 107 millones de pesos, en la temporada de Semana Santa, período el cual representa más de la mitad de las entradas anuales de los parques acuáticos.
Los ingresos se dispersan en las tiendas de fertilizantes, fondas económicas, comercios, tiendas de abarrotes, puestos de tamales, puestos de tacos, entre otros.
Sin embargo, esta actividad agrícola se ve afectada por los virus que dañan el proceso de maduración del jitomate; en temporadas pasadas se importaban estas verduras al extranjero o se vendían en tiendas comerciales.
Sin embargo con la entrada del virus rugoso del tomate, la calidad ha bajado y no cumple con los estándares marcados en la normas oficiales, por lo que los productores solicitan apoyo para generar una variedad de jitomate que se adapte a las condiciones y al suelo del Valle del Mezquital, así como permisos para poder explotar el agua del subsuelo o de lo manantiales, ya que en actualidad hay una veda en el uso del agua con fines agrícolas.