Uno de los fenómenos más bellos que tenemos en el mundo, sin duda es el arcoíris. Pues este aparece en el cielo aparentemente de la nada y así mismo desaparece. Y es que con su forma de arco con sus siete colores tan brillantes es un espectáculo único.
Y aunque la ciencia explica este fenómeno como un efecto óptico y meteorológico que produce la aparición de un espectro de luz cuando los rayos del sol atraviesan las pequeñas partículas de humedad contenidas en la atmósfera, las personas preferimos creer en que el origen del arcoíris es más mágico y divino.
¿Sabías que el 3 de Abril es el Día Mundial del Arcoíris? Es por eso que a continuación te contaremos algunas historias sobre su origen.
Historia del arcoíris en la Biblia
¿Alguna vez escuchaste la historia de Noé? El libro bíblico del Génesis, nos cuenta acerca de Noé, un hombre bueno y justo al que Dios mandó a construir un arca hecha de madera en el que subiría a un par de animales macho y hembra de cada especie, esto porque Dios, al ver a la humanidad corrompida por la maldad y la violencia, enviaría un diluvio sobre la tierra que terminaría con todo a su paso, únicamente se salvaría Noé con su esposa, sus hijos y sus esposas junto con todas las especies de animales quienes subieron al arca y así sucedió; hubo un diluvio de cuarenta días y cuarenta noches que terminó con todo lo que posaba sobre la tierra.
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Al terminar de llover y al darse cuenta Dios de lo que había hecho, hizo un pacto con Noé y la humanidad, en el que dijo, no volvería a destruir la tierra ni todo lo que posa sobre ella con un diluvio, y como señal de su alianza, puso un arcoíris en el cielo, para que cada vez que empiece a llover y al aparecer el arcoíris en el cielo, Dios recordará su pacto y calmará las aguas del cielo.
Leyenda del origen del arcoíris en México
En la cultura mazateca en el norte de Oaxaca y al sur de Veracruz y Puebla, una leyenda sobre el origen del arcoíris se ha pasado de manera oral de generación en generación.
Se cuenta que vivía un hombre cuyo corazón se desgarraba al contemplar su desnudez. Una noche, cuando el cielo se estremecía con el rugido de los truenos, aquel hombre decidió emprender un viaje hacia el origen del destello que deslumbraba en la oscuridad.
Tras cruzar ríos caudalosos y densos bosques, finalmente llegó al lugar donde el relámpago reposaba, iluminando el horizonte con su fulgor divino.
Con humildad, el hombre expuso su angustia ante su desnudez. El relámpago, conmovido por la pureza de su alma, extendió su mano y pronunció las palabras: "Te entrego estos siete colores, esencia de mi ser, para que adornes tu cuerpo y cubras tu desnudez. Con cada pincelada, te convertirás en un espectáculo de belleza y asombro, amado por todos los que contemplen tu esplendor". Y así fue como el hombre, tocado por la gracia del relámpago, se convirtió en el primer portador del arcoíris.
Desde entonces, el arcoíris se erige como un símbolo de esperanza y renovación, anunciando la calma tras la tormenta y la llegada triunfal del sol en el horizonte.
Otras creencias sobre el arcoíris
En muchas partes del mundo, como en Irlanda, se cree que al final del arcoíris los duendecillos o leprechauns esconden una olla llena de monedas de oro que ellos mismos recolectan de la tierra y que custodian con recelo. Solo aquellos que son dignos, han llegado a encontrar este gran tesoro.