Las Palmas de cera utilizadas en el Domingo de Ramos son hechas a mano y utilizadas por las familias católicas para dar la bienvenida a Jesús en sus hogares, el acto litúrgico representa la entrada del Nazareno a Jerusalén, donde sus seguidores lo recibieron con alegría.
Este tipo de ramos, son hechos de una palma de Quindió, cuyo nombre científico es ‘Ceroxylon quindiuense’, una planta nativa de lugares húmedos que su tronco origina una sustancia cerosa.
“Nosotros la traemos de Huejutla, la empezamos a trabajar en estas fechas para la venta de los ramos, pero también hacemos durante el año otro tipo de artículos, como canastas”, contó Virginia Montes, quien se colocó la mañana del domingo afuera de la Basílica Menor de Santa María de Guadalupe para ofrecer sus materiales.
Para hacerlos, mencionó, no se lleva mucho tiempo y en esta ocasión hizo alrededor de 250 piezas, las cuales, ofreció también en otros recintos religiosos: “Los hacemos entre mi esposo y yo, él se pone en otras iglesias y yo aquí, la venta casi siempre es buena…las hacemos de varias formas para que la gente escoja”, dijo.
Algunos de ellos, son acompañados de flores de ornato, manzanilla y romero, o con la imagen de Jesús, “Es para que se vean más llamativos”, expresó; este tipo de ramos, son ocupados por los feligreses para asistir a las misas y luego de ser agitados, son bendecidos y colocados en los hogares católicos como símbolo de la llegada de Jesús.
Ante la tradición, la iglesia católica recalcó a los creyentes que este tipo de artículos no son mágicos ni sirven como símbolo de protección, por lo que colocarlos detrás de la puerta es simplemente para ‘proclamar a Jesús Rey del Hogar’.
Posteriormente, este tipo de palmas, deben ser incineradas un año después para no darles mal uso y los restos pueden ocuparse en el Miércoles de Ceniza, para marcar la frente de los feligreses.