La palabra ‘Roomie’ significa compañero de cuarto y es la persona con la que se comparte un lugar para vivir, con la finalidad de dividir los gastos y hacer más llevadera la estancia en un sitio; en la capital hidalguense este tipo de prácticas es bastante común, debido a que las personas migran de sus lugares de origen en busca de oportunidades laborales o educativas.
En ese sentido, Julieta Domínguez, indicó que vive con una compañera de la universidad en el Fraccionamiento Colosio: “Las dos vamos en la misma carrera, pero en diferente grado, decidimos mudarnos juntas para estar más cerca del instituto… los quehaceres y los gastos los dividimos para que no se nos haga tan pesado”, dijo.
A pesar de que el espacio de su vivienda es reducido, se han puesto de acuerdo para realizar las actividades cotidianas: “El departamento es pequeño, por lo que tenemos todo bien dividido y con reglas claras, sobre todo a la hora de bañarnos, porque si una se pasa por 10 minutos, retrasa la salida de la otra”, explicó.
La misma situación vive Alejandro Guzmán, quien comparte la renta de una casa en la zona centro, “Somos tres personas en total, venimos a la ciudad a trabajar, sólo hay dos recámaras, así que dos duermen en el mismo lugar y yo aparte”, contó.
Este tipo de convivencia hace que los inquilinos tengan confianza, lo cual puede resultar benéfico o perjudicial, “Es depende de cómo quieras tomar la situación, hay cuestiones que se deben de hablar desde antes para que no haya problemas, como el tema de los gastos y los quehaceres en áreas compartidas”, mencionó el trabajador.
De acuerdo al informe del INEGI 2022, en Hidalgo existen 857 mil 174 viviendas particulares habitadas, mismas que son ocupadas por un promedio de 3.6 habitantes; de las cuales, sólo el 41.8% cuentan con 2 dormitorios.