Una calificación de 4.6 alcanzó el sistema penitenciario en Hidalgo al ser valorado por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), quien detalló en su último informe la presencia de autogobiernos, inseguridad para los internos, así como pocas expectativas para su reinserción a la sociedad, entre otras.
De los doce centros de internamiento, el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2022 coloca con la mejor calificación al Centro de Reinserción Social de Pachuca con 6.1 puntos de una escala de diez, mientras que el menos aprobado fue el de Huichapan con apenas el 3.7 puntos.
Fueron quince los centros recorridos por los visitadores, quienes encontraron que la ausencia de garantías en la integridad de los internos y la falta de una estancia digna, son las constantes.
Carencias en materia de salud, limpieza, atención psicológica, seguridad entre otras son las constantes.
Conforme al informe, en 2021 hicieron observaciones muy puntuales a los centros de Tizayuca, Zacualtipán y Atotonilco el Grande, mismas que fueron atendidas por el gobierno estatal y los cerró.
En los seis centros, según los visitadores, existen figuras de mando que no son las autoridades estatales, sino personas internas, lo que permite abusos y aumenta la inseguridad de los internos.
La población en 2022 fue de 4 mil 187 personas y de acuerdo a la infraestructura existente, en diez centros existe sobrepoblación; en nueve hay deficiencias en la atención a personas adultas; en once carecen de medidas de prevención de adicciones o desintoxicación voluntaria.
Estas condiciones impiden el respeto a los derechos humanos de las personas privadas de la libertad en Hidalgo.
Las calificaciones alcanzadas en una escala de cero a diez, fueron Pachuca con 6.01; Tulancingo con 5.79; Femenil de Pachuca con 5.49; Tula con 5.48; Jaltocán 5.31; Ixmiquilpan con 5.13; Molango con 5.06; Apan con 4.97; Mixquiahuala con 4.86; Actopan con 4.83; Jacala con 4.04 y Huichapan con 3.79.