Celebraron al Sagrado Corazón de Jesús en San Agustín Tlaxiaca

En el marco de la devoción católica del Sagrado Corazón de Jesús, celebrada este año el 16 de junio, feligreses acudieron desde primera hora a la capilla ubicada en las instalaciones de la Universidad del Futbol y Ciencias del Deporte, en el municipio de San Agustín Tlaxiaca en donde se celebró el acto religioso con homilía.

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A pesar de que el acto religioso se retrasó media hora por el tránsito vial cargado en la zona, al recinto religioso llegaron poco a poco los creyentes, quienes alistaban los últimos detalles para la celebración que estuvo armonizada por un grupo musical quien interpretó las mañanitas y demás canciones religiosas.

Luego de la Eucaristía, el sacerdote Luis Romero Velázquez, indicó, en entrevista para El Sol de Hidalgo, que año con año se celebra este acto con ayuda del grupo Consoladores del Sagrado Corazón de Jesús y de la Virgen María: “Son los que animan la oración, la verdad nos ayudan mucho…hay muchas colonias en torno a este lugar y viene mucha gente incluso de Pachuca a las celebraciones los sábados y domingos”, contó.

Asimismo, el sacerdote explicó que aunque la capilla está dentro de estas instalaciones, forma parte de la parroquia de San Miguel Tornacuxtla: “Se hizo en bien de la comunidad, desde que se empezó a hacer se tenía en mente estar dedicada al Sagrado Corazón de Jesús…el Club Pachuca construyó esto y está dada en comodato a la Diócesis de Tulancingo; desde el año pasado está consagrada ya, es lo que nos pidió el Arzobispo”, finalizó el eclesiástico.

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Esta advocación de Jesús es representado con un Corazón sobre su pecho, rodeado de una corona de espinas, una cruz y fuego, lo que representa el amor infinito que tiene por la humanidad, a la que le dejó a través de Santa Margarita María Alacoque desde 1675, 12 promesas a todo aquel que le venere, las cuales refieren protección, cuidado, consuelo, paz, refugio y diversas bendiciones.

La conmemoración del Sagrado Corazón se convirtió en una fiesta universal en 1856, por lo que desde entonces los creyentes católicos veneran esta advocación que indica que Jesús murió por la humanidad y es una celebración movible debido a que se da el viernes después de la octava del Corpus Christi.