Debido a que se acabó la cerveza, los habitantes de Tulancingo y Singuilucan están consumiendo más pulque, pero aun así, la contingencia sanitaria disminuyó considerablemente la venta de la llamada bebida de los dioses.
De acuerdo con Raymundo Cruz, productor de la región, el 70 por ciento de la bebida que generan la llevan a otros estados, como Puebla, Querétaro, Tlaxcala y Estado de México, así como a la Ciudad de México, y por tanto, tener solamente el 30 por ciento de sus ingresos golpea seriamente sus bolsillos.
“Nosotros tenemos una cantidad de 18 tlachiqueros. Y en realidad si nos ha afectado esto de la epidemia, en la manera de que tuvimos que descansarlos tantito, porque no hay salida de pulque”, comentó.
Por su parte, Eduardo Cisneros, fabricante y comerciante de pulque y curados artesanales, explicó que debido a la contingencia, “desde un principio ofrecimos el servicio a domicilio, y las primeras tres semanas no vendimos nada. Antes vendíamos de 50 a 60 litros, posteriormente, pedíamos 10 litros y se nos quedaba”.
No obstante, considera que la situación está mejorando porque la gente se ha animado con promociones como el dos por uno, ya que empezaron a tener más movimiento con bebidas tradicionales, y aseguran, llegan a tener una venta de 20 litros a la semana.
En Singuilucan se encuentran 280 personas que se dedican a la fermentación de pulque. Son ellos quienes hasta antes de la contingencia sanitaria surtían su producto en varias entidades de la república y hoy están a la espera de reactivar la producción e incrementar sus ganancias.