Una de las condiciones para que vuelvan una parte de los 172 desplazados forzadamente de Coamila, Rancho Nuevo, Huejutla, por ser evangélicos, es que paguen una multa de 150 mil pesos y que los pastores con sus respectivas familias no vuelvan a la comunidad, desterrarlos, dijo en entrevista el pastor Rogelio Hernández Baltazar.
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Lo anterior a la vista de autoridades municipales y estatales, incluidas de derechos humanos, quienes ponen por encima de la Ley de libertad de creencia, los usos y costumbres de las autoridades auxiliares de Rancho Nuevo, porque además, aquellos que aceptarán regresar a Coamila, no podrían volver a profesar la religión cristiana protestante bautista, indicó.
Una propuesta que se ha mencionado en la mesa de diálogo en la que han participado el alcalde interino y el secretario general municipal de Huejutla, José de Pilar López y Said Vargas Castelán, respectivamente, y por parte de la Subsecretaría de Gobierno estatal, Marco Antonio Ramos Moguel y otro de nombre Yamir “N”, y de la Comisión de Derechos Humanos, es crear una colonia nueva, subrayó, sin que haya sido aceptada.
El 26 de abril, 70 infantes, 37 mujeres (tres enfermas de diabetes) y 34 hombres están en un refugio temporal, unidad deportiva, viviendo de donaciones, recordó.