Habitantes de la región de Valle del Mezquital, informaron la captura de las víboras conocidas localmente como chirrioneras o caseras, las cuales fueron capturadas y liberadas en el cerro.
Estas víboras se acercan a las casas por los canales de riego desde donde son arrastradas, por lo que representan un peligro para las personas, ya que existe miedo a estos reptiles, informaron los habitantes.
Estas víboras se encuentran en el norte y centro de México, donde se reproducen, se desarrollan, su dieta se compone esencialmente en ratones, ardillas, conejos entre otros ejemplares de la vida silvestre.
Estas serpientes son de cuerpo delgado con cabeza pequeña y grandes ojos con pupilas redondas. Varían mucho en color, pero la mayoría reflejan un camuflaje adecuado a su hábitat natural.
Suelen ser marrón claro con moteado marrón más oscuro, también son de color rosa; existen algunas que presentan el rojo en su coloración. Las escamas se orientan, por lo que a primera vista la serpiente parece trenzada, cuando son adultos alcanzan una longitud de 127 a 183 centímetros.
La boca se estas víboras es color claro y su lengua color negro, tienen dientes hacia adentro, que les permite sostener a sus presas y después erguirlas.
Son serpientes extremadamente rápidas, son curiosas y con buena vista, a veces se ven levantando la cabeza por encima del nivel de la hierba o las rocas para ver lo que hay a su alrededor.
Existe una leyenda en las comunidades del Valle del Mezquital que se ha contado por generaciones, que dice que estas víboras, encantan a las mujeres en lactancia para robarles la leche materna, mientras que con la cola, engañan a los recién nacidos.