Recientemente, en Pachuca se vivió un acto heróico en una colonia donde dos pequeños cacomixtles fueron descubiertos alejados de su hábitat natural, seguramente en búsqueda de comida.
Afortunadamente, el cuerpo de bomberos de Hidalgo respondió al llamado de auxilio, con la paciencia y destreza que caracteriza a estos héroes, lograron capturar a los cacomixtles sin causarles daño y las imágenes del rescate, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, mostraban a los dos pequeños animales con sus grandes ojos llenos de curiosidad y nerviosismo
Tras ello fueron llevados a la Unidad de Rehabilitación de Fauna Silvestre Pachuca, ubicada en la avenida Cuauhtémoc, donde recibirán los cuidados necesarios antes de ser reubicados en su entorno natural, allí podrán continuar cumpliendo con su vital función en el equilibrio de la biodiversidad.
¿Quiénes son estos sigilosos habitantes?
Los cacomixtles son criaturas de tamaño muy pequeño, pero con una gran presencia; tienen un pelaje pardo y un vientre blanco, colas largas y elegantes, marcadas por aros negros que es uno de sus rasgos más distintivos pues esta cola no solo es estética, sino que también es funcional: les proporciona el equilibrio que necesitan para trepar a los árboles, una habilidad en la que son maestros.
Sus grandes ojos, rodeados por un pelaje más claro, les otorgan una expresión curiosa e inocente, pero en realidad son cazadores habilidosos. Son animales nocturnos, lo que significa que pasan la mayor parte del día ocultos en su entorno y se activan al anochecer.
Fascinantes pero vulnerables
Al igual que otros animales, estos pequeños enfrentan amenazas en la naturaleza, su estilo de vida nocturno lo protege en parte, pero sigue siendo presa de depredadores más grandes, como coyotes, búhos, mapaches y linces. Además, la destrucción de su hábitat natural los obliga a adaptarse a ambientes que no siempre son seguros.
En este contexto, el papel de las instituciones de rescate y rehabilitación de fauna, como la Unidad de Pachuca, se vuelve crucial. Proveen no solo un refugio temporal para estos animales, sino que también facilitan su reintegración al entorno natural, contribuyendo así a la continuidad de las especies.
Su papel es importante en el ecosistema
Estos pequeños nocturnos no solo son admirados por su aspecto tierno, sino también por su importante papel en el equilibrio de los ecosistemas.
Se alimentan de frutos, insectos, pequeños roedores e incluso reptiles, siendo parte fundamental en el control de plagas que podrían afectar negativamente a la vegetación.
Al consumir frutos, las semillas que ingieren no son destruidas durante la digestión y, al ser excretadas, ayudan a la regeneración natural del entorno. En otras palabras, son jardineros inadvertidos que esparcen vida a su paso.