Derivado del cierre del Jardín La Floresta en el centro de Tulancingo, los 51 aseadores de calzado, se han quedado sin fuente de ingresos, por lo que algunos de ellos han decidido ofrecer sus servicios a domicilio. En entrevista, Raúl dijo que para poder llevar el sustento a su hogar, ha tenido que anunciarse en redes sociales y acudir a las casas de algunas personas que son sus clientes frecuentes. “Definitivamente no es lo mismo ir a las casas, recorrer caminando la ciudad, tener menos ingresos que en un lugar fijo, pero hay que buscarle”, comentó.

Aseguró, que en condiciones normales sus ingresos aproximados son de 200 pesos diarios, sin embargo, desde que empezó la contingencia sanitaria se redujeron a casi la mitad. “Puedo decir que trabajo más y gano menos que antes, lo digo porque tengo que desplazarme y no he aumentado el costo de la boleada, sigo cobrando 15 pesos”. Por último, el entrevistado manifestó su deseo de que la pandemia pronto termine, ya que muchas personas al igual que el sufren ya de apuros económicos serios.