Beatriz salvaba vidas y no merecía morir

Familiares y amigos la despidieron en su hogar, ubicado en Tezontepec de Aldama

Maximiliano Pérez

  · domingo 13 de junio de 2021

Familiares y amigos despidieron a la doctora. / Wendy Lazcano

Con el semblante destrozado, Cirilo Hernández resiste el dolor de perder a su hija, una médico de profesión que a sus 29 años murió tras ser arrestada en Progreso de Obregón. Mientras hay policías detenidos por posiblemente causarle la muerte, él recibe a familiares y amigos que le dan el último adiós a Beatriz, cuyo cuerpo es velado en su hogar, ubicado en Presas, Tezontepec de Aldama. Hoy será sepultado, tras una misa celebrada a las 13 horas.

Mechones de cabello cano cubren a medias los ojos cansados del hombre, quien no piensa en la venganza, sino en la justicia, mientras su voz se agudiza bajo el cubrebocas que porta y la gente toma un asiento para despedir a la mujer.

“Mataron a un gran ser humano que dedicaba su vida a salvar la de otros, no merecía esto”, dijo Cirilo, quien sacó adelante a su hija para obtener una carrera profesional, con esfuerzo, trabajando como chofer y albañil, y obteniendo salarios muy bajos.

Narra para El Sol de Hidalgo que aquel miércoles 9 de junio habló con Bety, como a eso de las 11:30 am. “Me dijo, al rato nos vemos, acordé comer con mi abuela”.

Al concluir su jornada laboral ella se dirigió de Pachuca a Tezontepec, fue entonces que ya como a eso de las 18:00 horas, Cirilo recibió la llamada de un familiar, en la que le explicaban que su hija había tenido un percance y estaba detenida.

Cuando ingresó a la barandilla, (casi casi a fuerzas) acompañado de un comandante de policía, habló con su hija, a quien le dijo, “no te preocupes, yo veo como arreglo y de que te saco, te saco”.

Después salió para dirigirse a la zona donde habría ocurrido el percance por el cual, Beatriz fue señalada como la probable responsable, este tuvo como escenario la carretera Tepa-Progreso, a la altura de la Cruz Roja.

“No pasaron ni 15 minutos cuando volví a la comandancia y vi que ya habían cerrado, luego llegó una ambulancia, ahí supe que algo raro estaba pasando y me preocupaba mi hija”, dijo el entrevistado.

Cirilo, al ver por un orificio notó a su hija inmóvil, ingresó a la fuerza y vio cómo paramédicos le aplicaban RCP para intentar reanimarla, no lo lograron y se la llevaron a una clínica, donde posteriormente la declararon muerta.

Al padre de Bety le dijeron que ella estaba intoxicada y se había quitado la vida, sin embargo, asegura que no ha visto al momento ningún certificado que indique que ella viajaba bajo efectos de alguna sustancia.

Comenta que hay muchas cosas raras, como el hecho de que no aparece la cartera de su hija, ni sus identificaciones, esto aunado a los comunicados que ha emitido el Ayuntamiento para mostrar “posturas” sobre la muerte de Beatriz.

El viernes comenzó la audiencia para los policías que fueron detenidos por estos hechos, la cual, se reanuda el próximo miércoles. Cirilo sabe que no va a recuperar a su hija, pero al menos quiere que se haga justicia y clama a las autoridades que, exista una capacitación que de confiabilidad en la policía.

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