Están en riesgo 12 municipios y sus 600 mil habitantes, un tercio de la población de Hidalgo, de sufrir las consecuencias en su salud por la contaminación que genere el eventual colapso del relleno sanitario de El Huixmí, en Pachuca, que ya cumplió su vida útil y el gobierno municipal insiste en querer seguir depositando los residuos sólidos urbanos, contraviniendo la ley y emplazando su definitiva clausura.
Así lo resumió el secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales del estado, Benjamín Rico Moreno, al ser entrevistado durante su audiencia pública en Mineral de la Reforma, y confirmar que no ha sido invitado por el cabildo pachuqueño para que informe sobre la realidad al respecto y que no fue una decisión abrupta, unilateral, ya que lo respalda un marco jurídico.
Seguir depositando la basura en El Huixmí aumenta la probabilidad de que las geomembranas y los taludes no resistan y contaminen el suelo y el agua en el subsuelo, además de la generación de metano, un gas más contaminante que el dióxido de carbono, que producen los gases de efecto invernadero, alertó.
Situación que ya generó que las celdas 2, 3 y 4 estén dañadas, por ello se presume infiltración de lixiviados al subsuelo, y no son datos de la SEMARNATH, está contenido en un informe de la Coordinación General de Limpia del gobierno de Pachuca del siete de enero pasado.