El relleno sanitario del Huixmi, en Pachuca, debería “reconvertirse” en Estación de Transferencia y redituar beneficios económicos a los ejidatarios-dueños; de las 450 a 500 toneladas que reciben valorizar el 90% y todavía el 10% que son residuos orgánicos aprovecharlos, para que cuando abran la octava celda tarden 40 años para llenarla y no como ahora que todo lo confinan revuelto y por eso se satura rápidamente, opinó el presidente de la Sociedad Ecologista Hidalguense, Marco Moreno Gaytán.
En tanto la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales de Hidalgo (Semarnath) no ha definido el sitio donde se abrirá un nuevo espacio (celda número ocho) para disposición final de los residuos sólidos urbanos mezclados como ha sido desde que era un basurero, el ambientalista propone invertir 30 millones de pesos para construir las áreas que conformarían la infraestructura para aplicar las tres “erres”: Reducir, Reusar y Reciclar.
También consideró que deben terminar la relación con la empresa que administra el sitio y de la recolecta la basura en Pachuca, que se aprovechan para hacer negocio y evitarían que podría ser un lugar para que el gobierno municipal tenga ingresos aproximados de 300 millones de pesos anuales por comercializar los metales, papeles, plásticos y otros residuos que fueran separados, si decidiera hacerse cargo de los desechos.
“Si sabemos que diariamente captan de 450 a 500 toneladas, si separan lo que puede valorizarse les quedaría para confinar (en la celda ocho) un 10%, entre 40 a 50 toneladas y todavía si revisamos que se trata en su mayoría de residuos orgánicos, habría un aprovechamiento y quedaría lo que ya no se puede compostear”, estimó.
Por lo que hace a que la Semarnath no autorizó la propuesta de los ejidatarios de la zona donde pretendían abrir la nueva celda por estar un pozo cerca, dijo que “ese estaba ahí antes de que la dependencia lo refiriera”, entonces no es pretexto, más bien demuestra desconocimiento por parte de los funcionarios.
Una Estación de Transferencia genera fuentes de trabajo, por la magnitud del ubicado en el Huixmi, 30 personas podrían intervenir, cuantificó.
Se compone de tres áreas, describió: De gestión, donde se realiza la descarga de los camiones recolectores, si la gente desde sus casas la separa facilitaría más la tarea, y es recomendable que adquieran sus propios camiones para establecer días de recolección de la basura orgánica, de plásticos, metales, si fuera el caso que empresas, tiendas y hogares la separaran.
La segunda consiste en las bandas vibratorias de separación, manejo y almacenamiento de los vidrios, papeles, metales, plásticos, PET, entre otros. El almacenamiento es temporal, en lo que se vende.
La zona de comercialización es la que se encarga de llevarla o entregarla a las empresas que compran esos residuos separados, concluyó.