En riesgo de colapso se encuentra una de las bardas del panteón municipal San Miguel, en Tulancingo. La construcción es de adobe y lleva en pie decenas de años. Aún se espera el dictamen de Protección Civil y Obras Públicas para dar una solución, informó Antonieta Roldán, secretaria de servicios municipales.
Entre las posibles soluciones se encuentra el derribo y nueva edificación de la barda, pero será hasta que las autoridades lo determinen, expresó la secretaria. Una parte de la barda del camposanto, de 20 metros aproximadamente, colapsó durante la presencia del huracán Grace, el pasado, dicha barda debió reconstruirse con block y cemento, ya que el adobe no era lo suficiente resistente.
Aunque la barda que cayó durante la visita de Grace, correspondió al lado contrario de donde ahora se presenta la fisura, algunos vecinos de la calle Allende consideran como peligrosa para el peatón esta situación del cementerio, por lo que a través de grupos de facebook de la colonia piden circular con cuidado por la calle.
Incluso, el director del Panteón Municipal, Sergio Amador Hernández, informó en mayo pasado, a El Sol de Tulancingo, que el municipio ya se encontraba en búsqueda de un nuevo predio que pudiera ser utilizado como panteón municipal, pues además de haber sobrecupo de tumbas, las condiciones de la infraestructura ya no permite albergar más difuntos, pues es necesario reforzar algunas partes del lugar que llevan años sin tener mantenimiento.
Este sitio, se creó en 1842 por Miguel Soto cuando fue alcalde y en recuerdo suyo se le dio el nombre de su santo. Para 1873, Rafael Romero Cossío llevó a cabo la ampliación del lugar y fue inaugurado el siete de mayo de 1905 por el gobernador de entonces, Pedro Rodríguez, fecha de la que se sabe, fueron levantadas las bardas perimetrales.